El Barcelona cerró su clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones al ganar 3-1 al Milan, sin necesidad de mostrar un juego espectacular y con un doblete de Leo Messi,
que se reivindicó tras una semana de críticas. El equipo azulgrana pasó
algún apuro por el gol en propia meta de Piqué que metió en el duelo a
un flojo Milan, pero cerró con el segundo gol de Messi una victoria que
le acerca al primer puesto del grupo.
El duelo fue muy frío. Y dio esta sensación más por el Milan que por el Barcelona,
pues el conjunto italiano no disimuló que vive su época más melancólica
en muchos años. El Barça acaparó la posesión desde el comienzo, aunque
la utilizó para pocas cosas productivas, algo que también viene
mostrando en los últimos partidos. Le cuesta mucho dar ritmo a las
combinaciones y generar ocasiones. El Milan le jugó como se esperaba; es
decir, juntando líneas junto a su área y soñando con lanzar
contraataques. Para eso puso a Robinho en el campo y prescindió de
inicio de Mario Balotelli.
El repliegue italiano fue tal que el Barça no
sufrió nada. Y si se fue al descanso con mínima ventaja 2-1 fue porque
se marcó un autogol y no fue capaz de exigir a Abbiati. A cambio, el Milan pudo alegar laxitud arbitral en los goles del rival. El Barça
se adelantó a los 30 minutos por un presunto derribo de Abate sobre
Neymar, quien se fue al suelo nada más sentir el leve contacto del
defensa italiano. Messi marcó el penalti para romper su sequía goleadora, que duraba desde el encuentro de San Siro.
El segundo gol llegó a los 40 minutos, cuando
Xavi lanzó una falta y Busquets marcó de cabeza. Posiblemente estaba en
fuera de juego, pero el árbitro serbio Milorad Mazic no lo observó. Sin
embargo, el Milan regresó al partido con la mayor fortuna posible en el
último minuto de la primera mitad. Fue en una de sus escasas llegadas,
cuando Kaká reverdeció viejos laureles, se escapó con velocidad y
habilidad de Alves, centró atrás y Gerard Piqué tocó para introducir el
balón en su propia portería.
Balotelli entró en la segunda parte y él
solo cambió la cara del Milan. El equipo italiano encontró un faro en
ataque y comenzó a acumular llegadas. Ayudó el Barcelona, muy distraído.
El equipo azulgrana se hizo muy largo y los laterales descuidaron su
trabajo defensivo, con lo que el Milan gozó de espacios y hasta se
sintió cómodo. El Barcelona sólo se aliviaba cuando el balón le
llegaba a Neymar. A los 73 minutos, el brasileño hizo una jugada
descomunal, tirando hasta a cuatro rivales en el área, pero su disparo
se marchó fuera.
Con el paso de los minutos, el Milan comenzó a
acusar la fatiga y el Barça lo aprovechó para recuperar el mando del
encuentro. Poco después, una combinación entre Neymar y Messi acabaría
con una remate de Alexis y una nueva intervención del portero visitante.
La entrada de Cesc revivió la sociedad con un Messi que cuajó su mejor
partido en un mes. Y sentenció a los 83 minutos. Messi tiró una pared larga con Cesc Fábregas, la defensa del Milan abrió un agujero innecesario y el argentino completó la jugada con un hábil remate por alto.
Así concluyó un partido en el que el Barcelona
ofreció más de lo mismo: un triunfo sencillo sin la necesidad de
mostrar un juego excelente. Y Messi marcó sus primeros goles desde el 22
de octubre para acabar con el Barça en octavos de final de la
Champions.
Barça: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano,
Adriano; Busquets, Xavi (Song, min 87), Iniesta (Cesc, min 77); Alexis,
Leo Messi y Neymar (Pedro, min 84).
Milan: Abbiati; Abate, Mexes, Zapata,
Emanuelson; Muntari, Poli (Birsa, min 74), Montolivo, De Jong; Robinho
(Balotelli, min 46) y Kaká (Matri, min 83).
Goles: 1-0, m.30: Messi, de penalti. 2-0, m.38: Sergio Busquets. 2-1, m.45: Piqué, en propia puerta. 3-1, m.82: Messi.
Árbitro: Milorad Mazic (SRB). Mostró tarjeta amarilla a Abate (min.28), Muntari (min.32), De Jong (min.56), Alexis (min.62).
RESUMEN DEL PARTIDO:
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